BODAS
Tu historia merece ser contada con verdad…


Las miradas, los nervios, las risas, los abrazos… momentos que merecen quedarse para siempre.
Mi forma de trabajar es observar, sentir y capturar sin interrumpir.
Busco imágenes que transmitan lo que vivis, sin artificios ni poses forzadas.
Porque una boda no se posa, se vive.

Preboda: conocernos para fluir
La mejor forma de que el gran día sea natural, es conocernos antes.
La PREBODA es un encuentro sin prisas, donde reímos, charlamos y rompemos el hielo frente a la cámara para que el día de la boda todo fluya.
Una sesión única, solo vosotros, vuestra historia y la emoción de vivirla.
El gran día: cada detalle importa
Desde los preparativos hasta el último baile, estaremos ahí —discretos, atentos, con el corazón en la cámara— para que no se escape nada.
Los gestos espontáneos, las miradas cómplices, la emoción en los pequeños detalles…
Un recuerdo honesto, cálido y real.


Postboda: cuando el amor sigue brillando
La boda pasa, pero la magia continúa.
La postboda es el momento perfecto para volver a poneros el traje, dejar los nervios atrás y disfrutar con calma.
Sin reloj, sin guion, sin presión.
Solo amor.
Historias reales, recuerdos eternos
Si quieres un reportaje que hable de vosotros, con naturalidad y emoción,
me encantará acompañarte en ese día que nunca se repite.




















